Viaje por España, de Teophile Gautier, es un libro de viajes muy bello y ameno, redactado por el poeta durante su viaje a través de Espana el año 1840. Comienza su viaje en Paris, a través de Francia, Burdeos y atravesando los Pirineos llega a Iron, desde donde viajara a través del País Vasco, Castilla la Vieja, Madrid, Toledo, Aranjuez, Jaén, Sevilla, Granada, Cordoba, Málaga, todo ello en coches de caballos, diligencias y galeras, navega después en un vapor hasta Cadiz, viaja luego por mar hacia Gibraltar, Cartagena y Valencia, finalizando su viaje tras la visita a Barcelona, desde donde regresa a Francia por mar.
Son muy curiosas sus descripciones de los paisajes españoles, la desolación castellana, los pueblos muertos de Castilla la Vieja, la pobreza de las gentes. Su lenguaje es muy rico, el hilo de la narración muy ameno y muchas veces critico, irónico e incluso humorístico. Son muy buenas sus comparaciones de los diferentes ambientes españoles, así por ejemplo, la luz del sur, la alegría de las calles de Andalucía, los personajes morenos de origen árabe, los posaderos, la belleza de las españolas sobre todo las andaluzas, la libertad e independencia de las mujeres madrileñas, las costumbres antiguas, barbaras, frente a la moda adoptada de Francia por ejemplo en el vestir de los ciudadanos urbanos.
Los personajes tipicos son descritos con gran viveza, así los valencianos, los andaluces, los gitanos, las manolas y los manolos, los toreros. Dignas de lectura son sus descripciones de las corridas de toros, con su crueldad hacia los animales y la valentía de los toreros..,
Muy buen conocedor del arte y la literatura, Gautier nos sorprende continuamente con sus muy atinados comentarios relativos a los movimientos, museos y lugares que visita, así por ejemplo cuando relata su visita al Prado o a la Catedral de Sevilla, en donde se dice anonadado por tanta belleza “aplastado por tanta magnificencia, saciado de obras maestras”. En la Mezquita de Córdoba dirá “no se parece en nada a las demás emociones que nos produce la arquitectura”.
Para el autor, el final del viaje y la vuelta a Francia supone “un destierro, el sueno había terminado”…
En fin, libro de viajes muy digno de ser leido.